No sé si te habrá pasado alguna vez eso de querer desconectar. El mundo va demasiado rápido y hay veces en las que piensas “¡yo me bajo!”. Bien, pues no creo que sea tan mala idea eso de pararse de vez en cuando, aunque solo sea un rato. A veces parece que no pero el tiempo es tuyo y puedes gestionarlo. Cierra, pon un cartel en la puerta y escucha ese tema que te transporta a otro planeta. Ponerse el pijama a las seis de la tarde de un martes es algo que hay que hacer alguna vez. Y mañana di que estuviste malo o que tenías el móvil averiado o que… O no digas nada, o que no te pregunten. ¡Pesados!. Un buen baño o simplemente tirarte en tu cuarto. Piensa lo que te apetezca hacer y hazlo. Querer un rato de soledad es humano. No se puede ser simpático siempre, y estar dispuesto y sonriente y educado y brillante y encantador y sobresaliente. No, no se puede. Y como no se puede, ni lo intentes.